Por: Kristen Cox. Executive Director of the Governor’s Office of Management and Budget
Publicado el 7 de agosto de 2018 en LinkedIn
Traducción Libre de Javier Arevalo – Goldratt Consulting Partner Latin America
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El Universo está lleno de puntos. Conecta los correctos y puedes dibujar cualquier cosa. La pregunta importante no es si los puntos que elegiste están realmente ahí, sino por qué elegiste ignorar todos los demás.
Sam Thomsen
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Nuestro mundo está lleno de culturas organizacionales que parecen prosperar en la complejidad. A menudo, nos enorgullecemos de lo intrincado, complejo y sofisticado de nuestros sistemas. En contraste, he llegado a creer que los volúmenes de datos, gráficos, nuevas tecnologías, modelos predictivos e informes que producen nuestras organizaciones a menudo resultan en desorden más que en claridad. Escribir un ensayo de una página, por ejemplo, puede ser mucho más difícil que escribir un ensayo de cinco páginas porque tenemos que cristalizar nuestro pensamiento e inyectar el significado adecuado en cada palabra.
La complejidad puede enmascarar la ignorancia y evitar que veamos el bosque a través de los árboles al abrumarnos con componentes y detalles innecesarios. En contraste, la simplicidad puede traer claridad y revelar lo que es verdaderamente importante para nosotros para entender y actuar. La litografía «El Toro» de Picasso es una excelente ilustración de lo que se necesita para lograr la simplicidad o la esencia de algo.
Picasso produjo múltiples iteraciones de su toro antes de llegar a su versión final. Pasó de una litografía granular y detallada a su creación final: una serie de líneas simples que capturan la esencia de un toro. Como pueden ver, prestó la misma atención a lo que podía excluir que a lo que debía incluir.
En su libro «Getting Real», Jason Friedman, el fundador de 37Signals, refuerza la necesidad de eliminar lo extraño. Friedman es un gran creyente de que menos es más y que mantenerse concentrado en lo esencial es fundamental. Él escribe: «Cuidado con el enfoque ‘todo menos el fregadero de la cocina’ … tome cuenta de todas las ideas decentes que surjan y terminará con una versión medio ****** de su producto …”
Aténgase a lo que es verdaderamente esencial. Algunas buenas ideas pueden ser presentadas. Concéntrese en lo que cree que debe ser tu producto y luego córtelo por la mitad. Elimine las características de un sistema o producto hasta que se quede con las piezas más esenciales. Entonces, córtelo una y otra vez.
Llegar a la esencia o corazón de su organización o trabajo no es necesariamente fácil, pero es posible con la mentalidad y las herramientas adecuadas. Aquí hay algunas ideas que nos ayudarán a pensar «más simple:”
Simple no necesariamente equivale a fácil. Llegar a la solución más simple puede requerir un trabajo arduo y un pensamiento riguroso, pero la inversión vale la pena. Si Einstein puede reducir la equivalencia entre energía y masa a E = mc al cuadrado, es posible para nosotros destilar nuestro trabajo en conceptos más elegantes y simples.
- Sea absolutamente claro sobre su propósito y la misión única que está tratando de cumplir: no sea vago o intente ser todo para todos
- No acepte la respuesta «es complicado»
- Sea implacable en encontrar el problema de raíz y evite arreglar los síntomas
- Pregunte a sus clientes y empleados qué es lo que no quieren en lugar de preguntar siempre qué es lo que quieren
- Considere lo que dejaría de hacer y qué componentes son críticos para la misión si tuviera la mitad del tiempo y la mitad del presupuesto
- Dedique tanto tiempo a pensar en lo que debe dejar de hacer como lo hace con lo que debería comenzar a hacer
Eche un vistazo a mi libro, Stop Decorating the Fish (Deje de Decorar El Pescado), para obtener más información sobre cómo encontrar la simplicidad en nuestras organizaciones. Todos los ingresos se destinan a la Federación Nacional de Ciegos.
Les invitamos a continuar leyéndonos. Hasta nuestra próxima entrega…