Por: Ajai Kapoor – Goldratt Consulting Partner USA
Traducción Libre de Javier Arévalo – Goldratt Consulting Partneren Linked-In Junio 7, 2017
Los cinco pasos de enfoque propuestos por el Dr. Eli Goldratt en la Teoría de Restricciones capturan de forma elegante y simple la base de la gerencia holística, sistémica:
- Identificarla Restricción
- Explotarla Restricción
- Subordinarel resto del Sistema a la Restricción
- Elevar la Restricción
- Regresaral Paso 1. Cuidado con la Inercia
El reto a la adopción de TOC está en la implementación del Paso 3. Todas las dificultades de TOC redundan en la dificultad en crear una verdadera subordinación.
Es natural que las personas busquen su interés particular. El que las personas traten de mejorar las cosas para si mismos. La jerarquía en una organización anima a un cierto nivel de óptimos locales. Cada silo protege su desempeño. Cada persona quiere lucir exitosa. Desea hacerlo bien y cumplir con sus medidores. «Dime como me mides y te diré como me comportaré«. Si todos quieren ser exitosos cumpliendo con sus indicadores de desempeño, ¿Por qué es que no podemos establecer medidores de forma que las acciones y comportamientos de cada parte hagan que la organización como un todo sea exitosa? Esto resolvería el problema. Podríamos apoyarnos en el interés personal presente en el comportamiento humano para lograr alcanzar el interés primario de la organización. Sería simplemente precioso….
Desafortunadamente, mi experiencia es la contraria. He llegado a creer que «Cada indicador es un buffer y cada buffer es un indicador.» Es imposible elaborar indicadores perfectos. Este es el problema. Existe variabilidad y dependencias en el sistema. Para proteger su desempeño en contra de un indicador, cada persona o departamento querrá tener un amortiguador que los proteja. Si uno mide a las personas en el grado de ocupación que tienen, esto crea pilas y pilas de trabajo, si los mides en eficiencia, hacen lo mínimo necesario, y si los mides en ventas, aceptan o hacen compromisos no viables. Sergei Bubka el gran atleta del salto de garrocha rompió su propio record 35 veces. Pudo haberlo hecho una sola vez y listo, pero tenía el incentivo de una recompensa cada vez que rompiera el record mundial. Él se creo un amortiguador local para optimizar su indicador. Crear y proteger estos amortiguadores locales donde hay dependencias, es una receta para generar gran turbulencia en el flujo. Las prioridades se des-sincronizan, las personas trabajan en direcciones cruzadas. Las actitudes se ponen agrias. El trabajo procede en estertores y arranques. Una vez que una organización se encuentra en medio del flujo turbulento, pierde Throughput, los tiempos de ciclo y entrega se alargan y se elevan los costos. El sistema deja de operar con un desempeño elevado.
La realidad es que para poder «optimizar» el sistema, los sub-sistemas necesitan ser sub-optimizados. Este es el reto. Para implementar TOC exitosamente necesitamos un cambio cultural. Los miembros del equipo, los jugadores tienen que elevarse por encima de su interés personal y luchar por el equipo. (Ver el video de Fred Kofman). Esto requiere «sacrificio» (Nota del traductor – sacrificio entendido como que no tomamos una acción particular para obtener un beneficio en este momento porque al tomar otra acción podemos obtener un beneficio mucho mayor). Una compañía sin una oferta fuertemente diferenciada que produce verdadero valor a sus clientes siempre va a tener grandes dificultades para crear esta cultura. Aquellas que son capaces de desarrollar esta cultura serán claramente empresas «siempre prósperas».
TOC tiene al menos dos facetas – una, a) las mecánicas del flujo y dos, b) las herramientas de pensamiento para crear la unificación del propósito y el enfoque. La primera es la indicación para los distintos ambientes donde operan los recursos – producción, cadena de suministros, proyectos, retail, MRO, etc. La última es la clave para lograr la subordinación. Es el conjunto de creencias (principios) que Eli aportó para lograr la Simplicidad Inherente al analizar con profundidad cualquier situación:
- Toda situación es extremadamente simple.
- Las personas son buenas.
- Cualquier conflicto tiene una solución Ganar – Ganar.
- Cualquier situación puede ser mejorada significativamente – Nunca decir Ya lo sé.
Estas son las creencias que guían a los líderes a crear soluciones simples. Al enfocarse en generar valor en el verdadero sentido y significado de la palabra. Con un enfoque en la Simplicidad Inherente y el Valor, la organización puede crear un propósito unificado. Sin estos, lo mejor a lo que se puede aspirar es una mejora local en el flujo dentro de los confines del mundo de los costos.
Existe la tentación de adoptar un enfoque «secular». Enfocarse en las mecánicas del flujo y no en el contenido/valor que está siendo entregado. ¿Podemos realmente meternos en la mente de los líderes de la organización? ¿Debe ser la consultoría en TOC enfocada al problema de ahorrar dinero al mejorar el flujo? ¿Por qué debemos esforzarnos para que las implementaciones sean holísticas y amarradas a la generación de valor? Después de todo, las creencias, valores y la cultura son todos elementos blandos – “soft”. Las políticas, métricas y las reglas, son cosas concretas que podemos implementar. Yo pienso que esto es un error. Tal y como el Sr Sadashiv Pandit (Director de Fleetguard)recientemente me hizo recordar – solo una implementación holística será exitosa. Todo lo demás no va a perdurar. Las fuerzas de la inercia continuarán haciendo saltar el problema «Patito Feo» a la palestra. La implementación se convertirá en una tarea para Sísifo.
El día del aniversario del fallecimiento de Eli Goldratt recuerdo la evolución de su pensamiento. Habiendo partido desde el software y llegando a Wa (Armonía). Desde la física a las creencias. Desde la curva roja del crecimiento exponencial, a aceptar la necesidad de la curva verde de la estabilidad. Su inquebrantable aceptación de lo que la realidad le estaba diciendo lo llevo a esta evolución. Solo puedo reiterar mis pensamientos el día que se fue:
«Siempre voy a apreciar las oportunidades que tuve de escuchar y aprender de Eli. Algunas veces se sintió como que cada reunión con él plantaba semillas de nuevas ideas, que continuaban creciendo e influían sobre mi forma de pensar por mucho tiempo. Soy afortunado en haber podido interactuar con él de esta forma. El enfoque y la determinación que engendró con una ambición prácticamente imposible, de cambiar el mundo, era profundamente inspiradora. El apuntar tan alto y luego perseguir el objetivo con pasos tan prácticos y deliberados, genera un sentido de profunda humildad. No puedo sino quedarme con el compromiso de seguir en sus pasos, los que dejo en el camino que abrió para nosotros.»
Les invitamos a continuar leyéndonos. Hasta nuestra próxima entrega…